Pilar Cortés, albañil de 26 años: «¿Machismo? En la obra ninguno, pero hay peatones que gritan: Eso es de hombres, vete a limpiar a tu casa»

«Acabé la formación y a las dos semanas me contrataron», asegura esta viguesa que se dedicaba a la peluquería hasta que se quedó sin trabajo e hizo una formación en la Fundación Laboral de la Construcción en Galicia

«Yo no tenía ni idea de cómo sujetar ni una paleta, cero. No sabía nada acerca del trabajo en una obra». Esos eran los conocimientos que tenía Pilar Cortés (Vigo, 1997) antes de cruzarse por casualidad con el sector de la construcción. Buscaba trabajo desesperadamente. Peluquera de profesión, no encontraba uno y decidió apuntarse a la Cruz Roja, donde le informaron sobre un curso de albañilería en la sede de la Fundación Laboral de la Construcción de Galicia en Vigo. «Me quedé sin trabajo y estaba buscándolo como una loca, como todos. Cuando me dijeron lo del curso me lo pensé. Probé, me encantó y me salió el trabajo en el que estoy ahora», relata.

De hacer un curso para probar pasó a hacer todos los que pudo. «Aprendí a hacer revestimiento de muros, a preparar el mortero para la masa del cemento, a llevar a cabo el montaje y el desmontaje de andamios, a manejar un dumper —un tipo de camión muy utilizado con una caja que almacena grandes cantidades de carga— , a levantar muros con ladrillos…». En definitiva, Pilar pronto se convirtió en una todoterreno de la obra. Eso sí, por el momento tiene un contrato de formación en alternancia dirigido a la incorporación de nuevo personal, enmarcado en el programa Constrúate de la fundación, y solo realiza labores auxiliares: «Soy peón especialista y todavía no puedo hacer muchas cosas en el trabajo, pero en la formación que estoy recibiendo en la sede de la fundación en Santiago —parte de su jornada la desarrolla en su empresa, Prace, y la otra parte es formativa— nos enseñan a andar con máquinas, con radial, etcétera».